En la villa de Sada, hay constancia de la existencia de cuatro ermitas. Según el cabildo son tres: San Miguel, Santa Lucía y Santa Eufemia, las que recibían culto y la ermita de la Virgen del Camino que está desaparecida, aunque algunos vecinos decían que era la misma que Santa Lucía. También se documentó un monasterio dedicado a San Juan que hacia 1141 el abad de Irache, Aznar, donó a Andia de Sada, y en s. XIII pasó a ser propiedad de Roncesvalles.
SAN MIGUEL
Situada en lo alto del monte, es una ermita de carácter rural que data probablemente del siglo XVI, en su interior podemos ver un coro neogótico. Es una construcción muy sencilla y por ello lo mas interesante es la tradición de las misma, ya que de carácter iconográfico poco o nada vamos a encontrar.
De esto nos habla Don Elifio Sos: “En el interior se guarda la imagen del Arcángel. Cada 8 de mayo, (o fechas cercanas) se sube en procesión de rogativa. El Ayuntamiento y sus funcionarios hacen un almuerzo de cordero al chilindrón, y el resto del pueblo le reparte un trozo de pan a cada uno, que el Sr. Párroco bendice antes de almorzar.
Se nos dice también que se le cantaba una canción al santo “San Miguel Arcángel, gran batallador, presenta las almas al Tribunal de Dios”.
El autor nos habla de que después del almuerzo se bajaba al santo, mientras tocaban las campanas, hacia la parroquia para dedicarle una novena. Terminados los nueve días se vuelve a subir al santo y se deja en la ermita, Actualmente se hace todo el mismo día, el Santo sale de la parroquia, se sube, se celebra misa, se almuerza y se vuelve a bajar con la efigie.
SANTA LUCÍA
Esta ermita esta situada en lo alto del pueblo, por el camino a Leache, es también de una única nave, sin tramos diferenciados de cubierta de madera y coro, esta pintada, pero su ajuar se encuentra en la casa parroquial: la escultura de Nuestra señora del Camino, es la más antigua: virgen con el niño del segundo cuarto del s. XIII. Un retablito del s. XVI de arquitectura plateresca del segundo tercio del siglo XVI, con tablas pintadas, en las que aparecen San Bartolomé, Piedad, y San Miguel, en el banco; Apóstol, hornacina con Santa Lucía, y Santa Magdalena, en el cuerpo central; en el ático el Calvario.(el retablo se corresponde perfectamente al que esta en la iglesia parroquial). La escultura de Santa Lucia, el cabildo dice que es una modelo Gótica del s. XV pero muy ingenua, esta en la parroquia, y su pintura, floreada, es barroca.
Al exterior se advierten muros de sillarejo enlucidos y portada con arco de medio punto con dovelas y en la clave se ve un disco con una estrella tallada o puede ser un símbolo solar y con la fecha de 1766. El muro esta roto por ventanales circulares de corte gótico. Como he comentado puede que esta ermita se identifique con la de Nuestra Señora del Camino.
Los sadacos iban el 13 de diciembre y el 25 de marzo, esta última fecha porque en la ermita había una imagen a parte de la de Santa Lucia, era una virgen con niño que es la que hemos llamado más arriba como Virgen del Camino, y que pertenece a la ermita del mismo nombre, que desapareció según Elifio “dentro del pueblo en la calle San Esteban que se llamó de la Virgen del Camino”.
Se iba en romería por el vía crucis y el cura comenta que en sus tiempos iba Justo Sola (Chiverro) con el bombardino tocando: “llorad, llorad, pues ojos míos, llorad, llorad por vuestro amado…” el autor, al hablar de esta ermita nos cuenta un chascarrillo: “ aquí es forzoso recordar al difunto Leoncio Ansa, que de mozo tenía mala lengua, pero un día se arrepintió, se puso de rodillas en el suelo y con la lengua hizo una cruz en el polvo, prometiendo corregirse de ello. Tras esto Leoncio se volvió muy devoto y ayudante del párroco, cantando las plegarias en la romería a Santa Lucia
SANTA EUFEMIA
Santa Eufemia, virgen y mártir de Orense. En la carretera de Estella a Navascués, cerca del kilómetro sesenta y inca. encima del llamado «Puente nuevo», en una suave loma, y a menos de media hora de Sada, está una pequeña ermita de mampostería, donde se guardaba una pequeña imagen de la Santa.
El pueblo solía ir en romería el día veintidos de mayo, y se hacía poco más o menos lo mismo que en San Miguel, solo que la imagen no se traía, y por lo tanto no se iba más que una sola vez.
La ermita se hundió totalmente hacia el año 1919, y pasó el siguiente suceso: Una de aquellas noches abrieron un boquete en la parte trasera del comercio del Castillo, y se llevaron telas y dinero; la guardia civil, para averiguarlo, llevó a declarar al Juzgado de Aoiz a todos los albañiles y carpinteros, que estaban trabajando en la ermita, pero al día siguiente los dejaron libres, porque era gente honrada, y así pudieron reconstruir la actual ermita.